El Gobierno ha aprobado hoy un incremento «moderado» de los impuestos al tabaco del 24%, el segundo en poco más de un año, para recaudar unos 780 millones más al año «si el consumo no se resiente», algo que no se puede descartar ante la entrada en vigor que prohíbe fumar en bares y restaurantes a partir del 2 de enero. Según ha explicado la vicepresidenta económica, Elena Salgado, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la medida se ha tomado para contrarrestar la pérdida de ingresos derivada de la rebaja de la fiscalidad sobre las pymes y el coste del refuerzo de los orientadores de empleo. Tras la subida, el Ejecutivo calcula que las cajetillas más populares pasará de costar una media de 3,43 euros a 3,68 euros, con lo que la subida que finalmente se trasladará al precio de venta al público será algo inferior al aumento de los impuestos, de un 7,2%.

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